miércoles, 11 de abril de 2018

El Gobierno socialista de Baleares exige el catalán para tocar en la Sinfónica mientras continúa el éxodo de médicos

Otra muestra de nacionalismo discriminatorio donde la sinrazón (y otra modalidad de xenofobia) expulsa al sentido común y a la sana convivencia. Donde la política se entromete en la sociedad intoxicándola. Donde la política crea problemas donde no los había. Donde la política prefiere la arbitrariedad y la discriminación por el talento y el mérito. 
A los continuos casos de médicos, se le une ahora la estupidez en la música (y es que es bien conocido que el do re mi fa sol la si que salen de una flauta suenan mucho mejor en función del idioma que uno hable...)

Artículo de Libertad Digital:
La presidenta Francina Armengol | EFE
La salida de médicos y enfermeras de Balearas no cesa. Desde incluso antes de que el Gobierno de la socialista Francina Armengol y sus socios nacionalistas de MES (con el apoyo de Podemos) aprobara el decreto que impide a los médicos enfermeras cobrar la carrera profesional (complemento salarial que premia la formación sanitaria) o acceder a un traslado si no tienen el título A2 de catalán. El último caso ha sido adelantado este miércoles por El Mundo.
Se trata de un matrimonio de médicos. Ella, otorrinolaringóloa; él, médico de familia en Mallorca. Vuelven a Málaga, de donde Irene Mayorga salió hace tres años por la precariedad de los contratos de trabajo en Andalucía. Ahora, embarazada de siete meses, vuelve a su tierra natal. "Un lugar donde, además, mi hijo pueda estudiar en castellano porque en Baleares es imposible si no lo llevas a un colegio privado".
Mayorga explica que no está en contra del catalán, como dicen desde la izquierda para desacreditar a los médicos que toman esta decisión. "Desde el primer momento comprendimos la importancia de entender el idioma propio de Baleares. A los tres meses de llegar nos apuntamos a un curso de catalán para obtener el título A2 pero no pudimos conseguirlo porque mi asistencia a clase fue escasa debido a que en aquel momento, por necesidades del servicio en el hospital, solía pasar consulta por la tarde y era imposible cuadrar horarios". Su marido preparaba en ese momento la tesis y no tenía horas para estudiar el catalán. Aún así, cuentan, ambos lo entienden tanto hablado como escrito.
Así, a pesar de tener una tesis, varios másteres, cursos de expertos, publicaciones nacionales e internacionales, el matrimonio no cobrará su carrera profesional. El decreto ha creado "ciudadanos de segunda con menos derechos que los demás, a pesar de que pagamos los mismos impuestos", espetan al PSOE.
"Se está intensificando la implantación de un régimen de apartheid lingüístico por parte del actual gobierno del PSOE y MES en la administración, en la educación, en la sanidad y en el conjunto de la sociedad, ante la pasividad de la oposición del PP y Ciudadanos", denuncia Jorge Campos, presidente de Actúa Baleares.

Catalán para tocar en la Sinfónica

El de estos médicos no es el único caso conocido este miércoles. Según informa también el diario de Unidad Editoral, el Gobierno de socialistas y nacionalistas ha convocado las bases para confeccionar una bolsa de trabajo temporal en la Orquesta Sinfónica de las Islas Baleares en las que se exige a los candidatos un nivel de catalán B2.
Se trata de una orquesta en la que más de la mitad de sus miembros son extranjeros, empezando por su director, el japonés Joji Hattori, quien además se dirige a los músicos en inglés. El otro director, el madrileño Pablo Mielgo, lo hace en castellano. Sin embargo, al contar con plaza en propiedad, esta medida no les afecta, como tampoco a los violinistas Smerald Stahiu, Gina Nicola, Jennifer Peck, Andrei Melkumov, Beth Super, Christine Schedukat o Ferenç Racz; o a los contrabajistas Martin Gregg, Josef Szafrañski, Philip Dawson o Wojciech Sobolewski.
La falta de oposiciones desde años hace para este organismo público hace que gran parte de la Sinfónica se alimente de una bolsa, también formada en su mayoría por extranjeros, y que en su mayoría se verán excluidos por la exigencia del catalán. Una de ellas es la chelista rusa Ella Carberry, quien desde 2005 es convocada todos los meses para formar parte de la Sinfónica. "Es muy raro, no sé para que se necesita el catalán para tocar el chelo, o la flauta. Cualquier músico, independientemente de lo bueno que sea, o su experiencia, estará en desventaja con cualquier otro profesional que tenga el catalán".
Carberry, de 43 años, formó parte de la Orquesta que acompañó a Plácido Domingo en el histórico concierto de 2009, para el que el tenor, bromea, no le exigió ningún idioma. También se pregunta que dada la cantidad de extranjeros con los que cuenta la orquesta de forma temporal "también se podría exigir el B2 de castellano. ¿Acaso no es también una lengua oficial?".
En el caso de la Orquesta Sinfónica, el Ejecutivo balear indica que "excepcionalmente, si en determinadas categorías o especialidades no han quedado aspirantes con este nivel se podrá incluir en la lista final a aspirantes sin este certificado. En estos casos, y siempre que el contrato que se haga sea previsiblemente superior a 18 meses, el aspirante deberá acreditar en el plazo de un año el correspondiente nivel de conocimientos de lengua catalana. En caso contrario, será causa de extinción de la relación laboral".

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